Hay que tener muy en cuenta que cuando decimos “el antiguo paradigma”, nos estamos refiriendo a la forma de pensar actual y vigente, de la gran mayoría de personas.
El antiguo paradigma está obsoleto, porque se basa sobre preceptos ya desvirtuados y muchos de ellos considerados actualmente falsos y erróneos, pero es el paradigma aún predominante en las mentes humanas: todo es material -su base es el átomo-, la verdad es única y su opuesto es la mentira (verdad dualista y absolutista)… etc.
Algunos de sus preceptos ya han cambiado en la mentalidad popular: no creemos ya que el progreso interminable en lo económico, tecnológico, científico… nos llevará por sí sólo a un mundo perfecto y a un ser humano ideal, ni tampoco creemos que podemos explotar a la naturaleza en función de nuestros intereses sin sufrir consecuencias graves… etc.
El vigente paradigma modernista del siglo XVII está basado en las directrices de la revolución científica representada por los pensamientos de Galileo, Descartes, Bacon, Newton. Pero aunque cambió totalmente muchos de los preceptos anteriores, continuó sin embargo aceptando algunos, tanto de los clásicos de la antigua Grecia, como del pensamiento escolástico medieval, (aunque se pretendió romper con todo lo anterior y comenzar desde cero.).
Veremos mejor las diferencias entre los paradigmas del XVII y del XXI, confrontándolos en un cuadro comparativo. En éste, nos centraremos en algunos de los “errores” del paradigma anterior, pero al margen de esto reconocemos, como no, sus grandes aciertos: el paradigma modernista y científico resolvió grandes problemas de la humanidad del siglo XVII y ha cambiado efectivamente el mundo, realizando casi todas las promesas que formuló… pero dando lugar a otras grandes problemáticas, más causadas por el humano exceso de ambición y prepotencia, y por la ignorancia, que por el paradigma modernista y científico en sí.
CONFRONTACIÓN ENTRE EL ANTIGUO –PERO VIGENTE- PARADIGMA DEL SIGLO XVII Y EL NUEVO PARADIGMA DEL SIGLO XXI (documento PDF).
